
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de marzo.- Recibir un homenaje póstumo de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes depende de las autoridades que estén a cargo del Instituto Nacional de Bellas Artes y no del artista o de la petición del público.
Así coincidieron diversas figuras del medio del espectáculo a pregunta expresa de qué se requería como figura para que las puertas del máximo recinto cultural del país se abran para tal motivo.
El debate surgió tras la muerte de los primeros actores Julio Alemán, Joaquín Cordero y Carmen Montejo: el primero no estuvo en el recinto del Centro Histórico, los dos últimos sí.
Excélsior publicó una nota el 27 de febrero pasado en la que las autoridades de Bellas Artes reconocían no tener estatutos para abrir las puertas a un homenaje póstumo a figuras de las artes, cultura y entretenimiento en México y que era una tarea que como administración actual debían resolver.
Pinal sí, Chespirito no
En la nota publicada en Función el mes pasado, un alto ejecutivo del INBA, que prefirió el anonimato, comentó que una figura como la actriz Silvia Pinal podría recibir tal distinción, debido a su trayectoria en teatro y en cine con directores como Luis Buñuel, pero no así Roberto Gómez Bolaños Chespirito, pues consideraba que su mérito en las bellas artes no era tal, aunque destacó su talento como escritor de televisión.
Figuras del espectáculo como Xavier López Chabelo, Ignacio López Tarso, María Rojo, Diana Bracho y la misma Pinal, coinciden en que es relativa la trayectoria de cada personaje que se dedique a dar entretenimiento y cultura en México.
"Damos por entendido que el Palacio de Bellas Artes es el teatro más importante de la capital por su apariencia y lo que alberga, pero definir a quién tienen tendido es muy difícil, es muy subjetivo evaluar las trayectorias.
"Por ejemplo cómo pueden decir que Chespirito no, si es un señor que toda la vida se ha dedicado a esto y es ídolo en Latinoamérica, pero es la opinión de ellos, pero la verdad es que no hay quién pueda definir la importancia de cada uno", expresa Xavier López, quien este año cumple 45 años de estar al frente de su programa "En familia con Chabelo".
Ignacio López Tarso, cuya trayectoria data de la Época de Oro del Cine Mexicano, subraya que la decisión depende las autoridades del INBA y que siempre se ha hecho así.
"Creo que depende del nombre o la calidad de la gente que se muere. Depende de las autoridades, a quien consideran que lo merece y quién no. No todos los actores que se mueren van a dar ahí, ni toda la gente famosa que se muere ni los políticos, depende de qué nivel tienen en su actividad".
Por su parte, Silvia Pinal, secretaria general de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), subraya que fue ella misma quien solicitó permiso para que los cuerpos de Carmen Montejo y Joaquín Cordero pudieran estar en Bellas Artes.
"Conozco a María Cristina García Cepeda (directora del INBA) y pude conseguirlo. Como secretaria general de la ANDA consideré que eran dos socios que merecían un honor de ese tipo. Ella fue muy generosa y lo aceptó porque en el caso del fallecimiento de Julio Alemán se pidió y no nos lo dieron.
"No creo que haga falta un reglamento. Pienso que Bellas Artes es especial y no tendría que tener un reglamento. No es algo que se venda o se alquile, Bellas Artes tiene una calidad especial y tiene que ir gente especial. Tiene que ver con la trayectoria, con haber hecho, haber ganado o logrado algo especial para lograr ese honor", destaca la actriz de cintas como "Viridiana".
Bellas Artes tiene la última palabra
Pinal recalcó que incluso, la Asociación Rafael Banquells ha premiado a María Cristina García Cepeda y le dieron el premio Emilio Azcárraga Milmo, que se entrega a gente que haya destacado.
"Se lo dimos a María Cristina el año pasado y ha sido una sabia decisión porque ella ahora está en Bellas Artes y pienso que su decisión fue de agradecimiento aunque Montejo y Cordero lo merecían.
"La decisión", recalca Pinal, "no depende de nosotros, depende de quien esté a cargo de Bellas Artes para abrir las puertas a dos miembros de la ANDA".
A la actriz Lilia Aragón, y quien fuera secretaria general de la ANDA, le gustaría que se hicieran públicos los lineamientos para tener acceso al lugar ubicado en avenida Juárez.
"Hay un patronato de Bellas Artes que el pueblo, el público, nosotros mismos los artistas, no conocemos, figuras populares como Joan Manuel Serrat han cantado ahí, pero ¿por qué no canta María Victoria?
"¿Cuál es el protocolo, quiénes tienen derecho o todos los artistas tienen derecho o qué tipo de artistas tienen derecho? Por lo menos el pueblo lo debería de conocer. Ni el pueblo, ni los artistas, conocemos cuáles deben ser los merecimientos para acceder de cuerpo presente con féretro o a un homenaje póstumo a Bellas Artes. Ojalá que se hiciera para que esas cuestiones fueran más públicas y para que uno no dijera que hay cierta proximidad a cierto tipo de artistas".
El Gayosso artístico
La actriz y ex senadora María Rojo se encuentra en un punto medio, pues aunque considera que será difícil determinar quién merece un homenaje póstumo en el recinto, por el otro lado sabe que debe existir una legislación al respecto por que sino "Bellas Artes va a acabar como la Gayosso de los artistas y tampoco se trata de eso".
"Por mis compañeros que quiero y han estado ahí pues soy feliz, de hecho fui de las que organizó el de Pedro Armendáriz Jr. porque estaba en la Comisión de Cultura del Senado, pero creo que no puede caer en ser la funeraria más grande de México. Definitivamente es una cuestión de Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), quien debe plantear quién merece estar en Bellas Artes".
"Claro que para hacer estos lineamientos se debe respetar la cultura popular, por ejemplo, a Pedro Infante no lo llevaron y mira que Monsiváis dijo que era el hombre más importante del siglo en México y sigue siendo, repiten y repiten sus películas en las televisoras.
"Cada vez queremos más a nuestros artistas y respetamos a los intelectuales, entonces debe haber una legislación al respecto, pero tomando en cuenta la cultura popular. No quiero ni imaginarlo, pero cuando ya no esté Vicente Fernández, a mí si me gustaría que le abrieran Bellas Artes, porque cultura es todo, no solamente Frida Kahlo, Diego Rivera, Leonora Carrington o (Rufino) Tamayo", sentenció la actriz de De noche vienes Esmeralda.
Para finalizar Erick del Castillo dice que a él no le interesa, ni se debe juzgar si pertenece a la televisión o a otro ámbito.
"Se debe juzgar su trayectoria, su proyección ante el público, la aceptación que tiene, cualidades que lo hayan hecho grande en su trabajo. Los actores siempre dejamos una trayectoria al público, un mensaje de nuestro trabajo, a lo que hemos dedicado nuestra vida. Está en el público recibirnos o rechazarnos, porque el éxito de uno está en la aceptación de la gente".
Los que estuvieron
Gabriel Cordero, hijo de Joaquín Cordero, resalta que es un orgullo el que su padre haya estado en el Palacio de Bellas Artes, pues como aquél trabajó para los mexicanos y de ellos es el recinto, no hay mejor lugar para despedirse de un artista.
La productora Carmen Armendáriz, hermana del desaparecido Pedro Armendáriz Jr., cuenta que la administración del entonces presidente de México Felipe Calderón habló directamente con sus sobrinos.
"Les dijeron que querían homenajearle porque él había hecho mucho por el cine nacional. Estuvo en la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y, como yo le decía, era Pedrito ‘El grillito’, pues andaba grillando con todo el mundo para conseguir más dinero para el cine y la distribución", dice quien fuera productora del programa "Hoy".
En vida, hermano
El cantante Jorge Muñiz, hijo del llamado Lujo de México, Marco Antonio Muñiz, expresa a Función que aunque existen otros espacios muy buenos para brindar un homenaje a alguien, estar en el Palacio de Bellas Artes es una distinción muy grande.
"Si fuera muy radical diría que hay gente que no conozco y que no vale la pena que se le haga un homenaje ahí, pero hay que ser universal y no porque no conozcas la trayectoria de esa persona pienses que no se lo merece.
"La verdad es que prefiero mil veces que mi padre cante en Bellas Artes, es más si quieren que no lo lleven, pero que lo tengan en vida, de hecho ya estuvo. Prefiero que le hagan un homenaje en vida a que cuando mueran pongan cara de que lo quisieron.”
La actriz Diana Bracho tiene sentimientos encontrados al respecto, pues cree que el mejor homenaje que una persona puede recibir es mostrar su obra.
"Así que cuando alguien ya no está, qué mejor que exhibir su obra en todo su esplendor y dejar que el público se acerque a su trabajo y haga sus propios juicios de valor.
"Mi papá (el cineasta Julio Bracho) era enemigo de los homenajes y así me educó. Él nunca se autopromovió, ni estuvo buscando que lo reconocieran. Fue un hombre sumamente modesto en ese sentido y nunca le hicieron un homenaje cuando murió. Creo que para mí el mejor homenaje que le pudieron haber hecho fue nombrar con su nombre una sala de cine de la UNAM. Mi papá fue universitario, fue el fundador del teatro de la universidad y qué mejor regalo que una sala lleve su nombre. Eso para mí es un homenaje", destaca quien fuera presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas.
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