
Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad", Neil Amstrong.
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de agosto.- ¿Sabías que fuera de nuestro planeta existe un monte tres veces más grande que el Everest? O que la Luna“guarda” huellas humanas. ¿Estás seguro que cuando ves al Sol está en el lugar que lo estás mirando? Las estrellas fugaces, ¿son estrellas? Estos son algunos misterios que guarda nuestro Universo y que te presentamos a continuación.
El hogar de los dioses en Marte
En la mitología griega existe un lugar donde ningún ser humano mortal puede tener acceso, el llamado hogar de los dioses: el Monte Olimpo.
27 kilómetros de alto y 600 de ancho son las dimensiones del Monte Olimpo de Marte.
En Grecia le pusieron este nombre a su montaña más alta –que forma parte de los Balcanes- y para nada está lejos del alcance del hombre.
Pero existe otro volcán con ese nombre, que el humano jamás ha podido pisar y pasarán años para que lo haga. Se trata del monte de mayor altura de nuestro Sistema Solar y se encuentra en Marte.
El Monte Olimpo de Marte tiene una altura de 27 kilómetros -18 más que el Everest (8.85 km), la montaña más alta de la Tierra-, además de contar con 600 kilómetros de ancho en su base –del tamaño de Ecuador-; sus dimensiones son tan inmensas que si una persona estuviera en suelo marciano no alcanzaría a ver la silueta del volcán; es decir tendría un efecto parecido al de observar una pared o confundirla con el horizonte.
Una montaña de este peso y dimensiones en la Tierra se hundiría, en Marte, por ser un planeta tan pequeño, su gravedad la mantiene erguida.
Un pequeño paso para un hombre… Jamás borrado
El 21 de julio de 1969, el astronauta Neil Amstrong pisó la Luna.
La llegada del primer hombre a la Luna, tal vez ha sido uno de los hechos más significativos de la ciencia moderna, que ha dejado una “huella imborrable”, no sólo en la humanidad, sino también en nuestro satélite natural.
El astronauta norteamericano Neil Armstrong caminó sobre la Luna, el 21 de julio de 1969, sus huellas podrían permanecer intactas durante millones de años, debido a que “Selene” no tiene atmósfera, ni viento, ni lluvia. Lo único que permitiría borrarlas sería una caída de micrometeoritos sobre su superficie.
El gran espejismo del Sol
150 millones de kilómetros separan a la Tierra del Sol.
Cuando alguien voltea a ver al Sol, lo que está viendo en realidad es al “astro rey” donde se encontraba 8 minutos atrás.
Esto se debe a que el Sol se encuentra a 150 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y la luz solar tarda 8 minutos en llegar a nuestro planeta.
Es decir si el Sol llegara a apagarse en este momento, seguiríamos recibiendo sus “rayos” por otros ocho minutos.
Pide un deseo…. ¡A un meteoro fugaz!
En algunas culturas de nuestro planeta se tiene la creencia que cuando una estrella fugaz surca los cielos y alguien lo percibe en ese momento se pide un deseo. Lo curioso es que no se trata de una estrella, sino de un meteoro.
En agosto de cada año se puede apreciar la lluvia de estrellas conocida como las Perseidas.
Las comúnmente conocidas como estrellas fugaces, son meteoros que al entrar al atmósfera terrestre se incendian a consecuencia de la gran velocidad con la que caen, lo que provoca que el cielo se ilumine con la estela que dejan.
Es común durante todo el año que se observe esporádicamente este fenómeno, pero hay una temporada que coincide con la festividad de San Lorenzo -10 de agosto de cada año- en que ocurre la llamada lluvia de las Perseidas.
Esto ocurre porque la Tierra se acerca a la órbita del cometa Swift-Tuttle cuya estela prende en nuestra atmósfera partículas a 200 kilómetros de altura que caen al suelo como bolas de fuego.
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