CIUDAD DE MÉXICO, 7 de septiembre.- Para hacer realidad la reforma educativa en todo el país, en beneficio de la niñez y juventud de México, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, planteó le necesidad de apoyar, de inmediato y en todo el país, al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. En esta coyuntura, “a nadie le conviene un SNTE debilitado ni fragmentado”, advirtió.
Al mismo tiempo, con los líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se han construido acuerdos “y están a punto de cuajar”, reveló el funcionario a la Comisión de Gobernación del Senado de la República, la cual le propuso realizar foros nacionales, regionales y estatales, en los que los profesores, junto con padres de familia, autoridades educativas locales y federales, la comunidad académica y expertos laborales o magisteriales esclarezcan todas las dudas sobre las modificaciones al Tercero Constitucional.
El titular de la política interior se reunió a puerta cerrada con 13 de los integrantes de la señalada comisión senatorial, a quienes les ratificó que, luego de las intensas jornadas en Segob con la CNTE y de las acciones de miles de sus integrantes en las avenidas y calles de la Ciudad de México, “la paciencia tiene un límite”.
Tras esta suerte de advertencia, los legisladores le pidieron a Osorio acciones específicas para “buscar despresurizar el problema”, en los que estén involucrados todos los actores que inciden en la educación en este país.
Al respecto, el secretario de este cuerpo legislativo, Héctor Larios, le hizo ver a Osorio que, sin querer en forma alguna menoscabar alguna negociación con los trabajadores de la educación, no veía que se fincaran averiguaciones previas a los que “hubieran cometido desmanes”.
Cuestionado por Excélsior, Larios Córdova detalló su planteamiento: “sin abogar porque haya una solución de fuerza ni cosas por el estilo, sí habría que cuidar un poco el tema. Ellos (los de la CNTE) están calando al gobierno, un gobierno nuevo, y le dije que esto no fuera a marcar para adelante, que fuera una manera de proceder.
“No tengo conocimiento, le dije, de que hubieran iniciado averiguaciones previas o cosas por el estilo. Sería imprudente intentar anular una negociación con la fuerza pública , pero sí pueden, cuando existan
desórdenes, iniciar averiguaciones previas y desarrollar eso para que a la primera oportunidad pueda sancionarse a los que hayan cometido desmanes”, informó.
Tras una suerte de recuento de Osorio Chong sobre las negociaciones emprendidas por parte del gobierno federal con los profesores disidentes –que no detalló a cabalidad- otros senadores como Armando Ríos Píter, Raúl Morón, Manuel Camacho y hasta el presidente de la Comisión de Seguridad, Omar Fayad, le formularon dudas sobre el accionar o inaccionar del SNTE, de su capacidad y liderazgo para aterrizar una reforma que, según la óptica de los perredistas, se había erigido improvisadamente, sin consensos y sin planeación.
Fayad, en su intervención sin agenda moderada por la presidente de la comisión, Cristina Díaz, indicó que, desde su punto de vista, se requiere un tratamiento minucioso y cuidadoso del tema de los estados, toda vez que se percibe que las imágenes de Juan Díaz de la Torre, secretario general del SNTE, convocando a apoyar la reforma en el contexto local, “no todas tienen la mayor de las aceptaciones… Incluso, en algunos estados, llega a percibirse un rechazo de los liderazgos locales”.
Mónica Arriola, hija de Elba Esther Gordillo y senadora por Nueva Alianza, también le expuso a Osorio dudas sobre la implementación de esta reforma en los estados, tomando en cuenta que hay particularidades de las regiones tan disímbolas que tiene México. El ex gobernador hidalguense le garantizó que se le haría caso y a todos los presentes les recalcó que ya se están tomando medidas sobre el particular.
A la par, Armando Ríos Piter, de la fracción del PRD, le increpó el proceso de hacer realidad esta controvertida reforma, pues “había habido aceleración innecesaria” y, junto con Camacho Solís, hizo una propuesta para buscar, un gran diálogo nacional con mesas de trabajo a nivel de los estados, “que pudiera comenzar una nueva etapa, en la cual se vean los contenidos de las leyes educativas”.
Ríos mostró su preocupación “del desmembramiento del SNTE. La equivocación que ellos han cometido de quererse apoyar en liderazgos que no cuentan con apoyo social y, en cierto sentido, eso pudiera convertirse en un problema de gobernabilidad de las entidades federativas”.
