MIAMI, 24 de marzo.- Andy Murray necesitó apenas 56 minutos para despachar el 6-3, 6-1 al australiano Bernard Tomic y avanzar a la tercera ronda del Masters 1000 de Miami.
El británico, segundo preclasificado, ganó el torneo hace cuatro años. Tomic ahora tiene marca de 2-15 en duelos con jugadores del top ten del ranking.
Murray se enfrentará en tercera ronda al búlgaro Grigor Dimitrov, quien superó la segunda eliminatoria tras el abandono del italiano Simone Bolelli, que optó por la retirada cuando perdía por 6-4 y 1-1.
“Es bueno abrir así, con victoria fácil; es importante ya mostrar en las condiciones que te encuentras”, apuntó después del juego Murray, quien elogió a su próximo rival al decir: “Grigor es un gran atleta, le gusta el tenis, es un gran jugador en el que no te puedes confiar”.
En una jornada soleada y húmeda, el francés Jo-Wilfried Tsonga venció por primera ocasión en cancha dura al serbio Viktor Troicki por parciales de 7-6 (6), 6-3 y también se metió en la tercera ronda.
El sexto preclasificado igualó su récord personal a 3-3 con Troicki, quien le había ganado sus tres previos encuentros en cancha dura.
Troicki tuvo punto para set con 5-4 y luego igual en el desempate, pero Tsonga salió de los dos problemas y después le rompió el servicio dos veces en el segundo set.
Otro francés, el octavo preclasificado Richard Gasquet, venció por 7-5, 6-2 al belga Olivier Rochus.
Sam Querrey remontó a Lukasz Kubot para ganar por parciales de 4-6, 6-3, 6-3. Querrey, número 20 en el escalafón mundial, se movió esta semana por delante de su compatriota John Isner, que es 23, y se convirtió en el mejor estadunidense en la clasificación.
El alemán Philipp Kohlschreiber perdió por 7-6 (5), 4-6, 6-2 contra David Goffin, de Bélgica.
Queda fuera el último argentino
El español Nicolás Almagro derrotó por 6-0 y 6-3 a Guido Pella, que era el último representante argentino en el torneo.
Pella era el último superviviente argentino tras las eliminaciones de Juan Martín del Potro, Juan Mónaco, David Nalbandian, Horacio Zeballos y el abandono de Carlos Berlocq.
