
HONG KONG, 25 de marzo.- El presidente chino, Xi Jinping, comenzó en Tanzania su gira por África, en el marco de su primera visita al exterior y reflejo de la importancia que concede al continente africano.
Xi llegó la víspera a Tanzania procedente de Moscú, donde reafirmó los lazos estratégicos con Rusia, y ahora pretende apuntalar la influencia china en el continente africano, abastecedor de recursos naturales a China, que también construye infraestructuras y explora nuevos mercados.
Luego se dirigirá a Durban, donde participará en la cumbre de los BRICS (que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) del 26 al 29 de marzo.
Tanzania es uno de los socios históricos de Pekín en el continente, como refleja el Tanzam, un tren construido en la época de Mao Zedong por trabajadores chinos que enlaza Zambia con el mar de Tanzania.
Con más de 200 mil millones de dólares anuales de comercio bilateral, la relación entre China y el continente africano es uno de los fenómenos históricos más importantes de la década, aunque no está exento de críticas.
Algunos observadores se inquietan sobre los vínculos de China con dictadores como el sudanés Omar al Bashir o el zimbabuense Robert Mugabe.
También alerta la corrupción y las malas prácticas sociales y medioambientales de algunas empresas chinas en el continente africano.
Se critica que África exporte recursos naturales en su estado primario a China y, a cambio, inunde los mercados africanos con productos ‘Made in China’ que dañan las industrias locales.
Acusada por algunas voces de ser el nuevo “colonialista” de África, China defiende que su actuación en el continente se basa en la estrategia “ganador-ganador” en la que las empresas chinas construyen infraestructuras y a cambio se llevan minerales o petróleo.
Tras su intervención en Durban, Xi viajará el 29 a la pequeña República del Congo, antes de volver a China el día 30.
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