
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de diciembre.- Al reconocer que el secuestro ha tenido una tendencia a la alza, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a su secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a presentar en el arranque del 2014 una estrategia destinada a frenar ese delito.
Con ese compromiso concluyó ayer el Consejo Nacional de Seguridad Pública que reunió, en Palacio Nacional, a los gobernadores y al jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, con los funcionarios federales del sector.
“Quiero, en este espacio, instruir al titular de la Secretaría de Gobernación para que en el mes de enero presentemos una estrategia específica que nos permita hacerle frente, contener y disminuir los índices del secuestro que, lamentablemente, han tenido una tendencia a la alza en los últimos meses”, expuso en Palacio Nacional.
En su único mensaje durante la reunión, el Ejecutivo federal aseguró que de diciembre de 2012 a la fecha los homicidos dolosos disminuyeron en 15 por ciento, mientras el robo en sus diversas modalidades presentó una baja de 5 por ciento.
Fue entonces que se refirió al plagio, cuya alza fue señalada en días pasados por organizaciones civiles como Alto al Secuestro, de Isabel Miranda de Wallace, las que además cuestionaron el manejo de las cifras oficiales y reclamaron al gobierno atender la situación.
“Sin embargo, aún hay temas sensibles que no podemos soslayar y menos atender de manera inmediata y con eficacia, me refiero al secuestro, que ha tenido, lamentablemente, una tendencia contraria”, admitió Peña.
Al hacer un balance de los diez puntos que conforman la política federal en materia de seguridad, el mandatario convocó a los distintos niveles de gobierno a cumplir, en tiempo y forma, con la transición hacia el sistema de justicia penal acusatorio, cuya fecha fatal, recordó, se encuentra establecida para el año 2016.
“Estamos en ruta y estamos en tiempo para cumplir con este objetivo. Yo les convoco para que asuma cada uno de los órdenes de Gobierno corresponsabilidad en esta tarea. Que no tengan duda, tendrán el respaldo y el apoyo del gobierno de la República, pero implica, también, el que cada orden de gobierno asuma propia responsabilidad y compromiso para cumplir con esta fecha fatal que, insisto, mandata nuestra Constitución”, planteó.
La transición hacia el sistema penal acusatorio fue abordado por Peña al referirse a la estrategia de justicia eficaz.
El Presidente inició su mensaje con el señalamiento de que “en materia de seguridad no puede ni debe haber colores partidistas que nos dividan”.
Dijo que una de sus primeras decisiones al arrancar el sexenio fue la puesta en marcha de “la nueva política de seguridad y procuración de justicia”.
Respecto de la prevención del delito y reconstrucción del tejido social, definió que hay “un cambio de fondo” en la decisión de atender “no sólo los efectos de la criminalidad, sino también sus causas más profundas”.
En tal sentido, Peña consideró que con las reformas concretadas este año se abre “una ventana de oportunidad” para mejorar sustancialmente la seguridad del país.
Se refirió a los cambios en materia energética, hacendaria y educativa, en telecomunicaciones y competencia económica. Confió en que “generarán condiciones para avanzar más rápido en la construcción de un México en paz, a partir de lograr un país más incluyente y próspero”.
Argumentó que “con mejores condiciones sociales podremos reducir los factores que alientan el delito”.
Beneficiarios
Detalló que el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia beneficia ya a casi cuatro millones de mexicanos.
De la tercera estrategia, la profesionalización y fortalecimiento de los cuerpos de policía, comentó: “Se ha propuesto un nuevo esquema de control de confianza que, sin perder rigor metodológico, agilice la certificación de los policías.También, se trabaja ya en la creación de un Centro Nacional de Formación de Mandos”.
En el caso de la cuarta estrategia, la transformación del sistema penitenciario, propuso a los gobiernos estatales sumar esfueros y recursos para prevenir los fenómenos de sobrepoblación y autogobierno en los centros de reclusión del país.
De la articulación de la participación ciudadana, eje de la quinta estrategia, sostuvo que su gobierno busca que la sociedad civil acompañe el esfuerzo gubermamenta en la materia, a fin de que sus representantes “puedan ser voz que califique, que evalúe y que acredite avances, o sea crítica cuando realmente no se tengan, en esta materia que es demanda fundamental de la sociedad mexicana, para asegurar el México de paz y de tranquilidad que todos los mexicanos queremos”.
Se refirió, en la sexta estrategia, a la cooperación internacional, destacando que para combatir con mayor eficacia a las organizaciones criminales transnacionales, “se ha fortalecido el intercambio de información estratégica con otros países”.
Al abordar la séptima estrategia, correspondiente a promover información que sirva al ciudadano, se dijo comprometido “con el diseño de un nuevo protocolo de seguimiento estadístico que sea aún más transparente y confiable”.
De la regionalización, la novena estrategia, comentó que cada una de las cinco zonas operativas en que se ha dividido a la República, “responde a la necesidad de dirigir los esfuerzos institucionales, a las particularidades de cada región en aras de lograr una respuesta oportuna y eficaz”.
Al exponer lo avanzado en la décima estrategia, correspondiente al fortalecimiento de la inteligencia, Peña dijo que “gracias a las labores del CISEN hoy el país cuenta con una fusión y convergencia de inteligencia”.
Enfatizó que de los 122 objetivos relevantes de la delincuencia organizada, identificados al inicio de esta administración, se ha logrado que 71 “ya no sean una amenaza”.



