
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de febrero.- Guillermo Valencia Reyes solicitó ayer licencia como presidente municipal de Tepalcatepec, cuna del movimiento de las autodefensas de Michoacán. La solicitó por dos meses, pero, sí por el fuera, no regresaría nunca.
“Ser presidente municipal en estos momentos no es nada bueno; si alguien quiere ser presidente municipal, piénselo. Son puros problemas: te atacan, no te respeta nadie, ni en los niveles más altos de gobierno; eres el más vulnerable, el más expuesto. Todo presidente que se atreve a denunciar que es víctima de los criminales está muerto”.
El objetivo del alcalde priista con licencia —quien hace diez meses huyó de su municipio por amenazas de muerte y debió gobernar desde Morelia— es facilitar las investigaciones sobre las acusaciones de presuntos nexos con el crimen organizado.
Al mismo tiempo buscará demostrar que detrás de las imputaciones hay un interés político, pues señala a su antecesor, el panista Uriel Farías, y a su hermano Juan José Farías, acusado de tener nexos con el cártel del Milenio, de alentar las amenazas.
—¿Los amagos provienen del crimen o de los grupos de autodefensa? —se le pregunta.
—Yo ya no sé distinguir. Llegan de todos lados. Supuestamente hubo una limpia de templarios en Tepalcatepec, pero la verdad es que las autodefensas perdonaron a los narcos que andaban extorsionando y levantando gente. Hasta los llaman ‘los perdonados’. Nada más se pusieron las playeras de autodefensas y ya son buenos, pero no, ahí sigue gente peligrosa, sin escrúpulos, acostumbrada a matar.
—Pero están en las bases del movimiento...
—También en los liderazgos. Así como hay buenos, también hay gente mala. Yo creo que las autoridades deben investigar con quién están pactando.
—Hace unos días el secretario ejecutivo de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido, dijo que no había nexos...
—Pues no sé en qué se basa, muchos de los que a mí me extorsionaban, muchos de los que a mí me decían que fuera a reuniones, porque si no me mataban, ahí andan en las autodefensas, yo los veo en la televisión.
Un año después
El próximo 24 de febrero se cumplirá un año de la irrupción de las autodefensas en Michoacán. El primer municipio que tomó las armas para salir a la caza de Caballeros Templarios fue justamente Tepalcatepec, en la zona de Tierra Cliente.
Al preguntarle cuál era la situación en la localidad hace un año, Guillermo Valencia afirma que “nadie estaba exento de las extorsiones y los secuestros, ni el presidente municipal”.
Cuenta que en mayo de 2012, cinco meses después de llegar al poder, pidió al entonces presidente Felipe Calderón la presencia permanente del Ejército y la Policía Federal en Tepalcatepec, pues “los criminales tenían sometido al municipio”.
Sin embargo, sólo encontró silencio. En enero de 2013, ya con Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República, la población estaba esperanzada en que hubiera un cambio, que se pusiera orden. Fue necesario que los civiles salieran armados a las calles para que la Federación hiciera caso al municipio.
—¿Tuvo trato usted con José Manuel Mireles?
—El doctor Mireles le dio sentido a la lucha de las autodefensas, lo impulsó, lo catapultó. Con su estilo claridoso y elocuente logró que los medios nacionales e internacionales se volcaran a Tepalcatepec. Es uno de los luchadores más importantes del movimiento, como muchos ciudadanos que hartos con la delincuencia dijeron: “¡ya estuvo!”
—¿Tuvo una relación personal con él?
—Sí, nos llevamos bien; él hizo mucho por la comunidad.
Sobre la ruptura con los civiles armados, Valencia Reyes lo atribuye a que se negó a formar parte del movimiento. “El 25 de feb me reuní con ellos en Tepalcatepec, a inicios de marzo me invitaron a ser portavoz, a ser líder de las autodefensas; yo les agradecí les dije qué no, que debía respetar la Constitución y la ley. Estuve trabajando así hasta el 28 de abril de 2013, cuando llegó un comando armado a amenazar a mis policías y les dijeron que me dieran el recado de que si volvía me iban a matar. Desde entonces ya no volví”.
“Yo a las autodefensas les reconozco que gracias a ellos la Federación volteó a ver a Michoacán, volteó a Tierra Caliente; hay mucha gente buena en el movimiento, hay ganaderos hay agricultores, hay empresarios que están hartos de los delincuentes.”
—El poder del crimen organizado en Tierra Caliente llegó a tal grado que hasta se dice que “palomean” candidatos a alcalde. ¿En su caso hubo algún acercamiento o negociación?
—De ninguna manera. Yo digo que, si es que lo hubo, fue en mi contra. Yo gané la presidencia de Tepalcatepec (en las elecciones de noviembre de 2011) con muy pocos votos de diferencia. Fueron tres mil 900 contra tres mil 600 del PRD y tres mil 400 del PAN. El candidato a diputado del PRD ganó en Tepalcatepec y en el municipio ganó Luisa María Calderón (PAN) en la elección presidencial. Es decir, hubo un voto diferenciado. ¿A poco los criminales apoyan a todos los partidos? Eso es una vacilada.
—Y ya como alcalde, ¿hubo algún acercamiento de los delincuentes?
—De ninguna manera. Aquí lo que ocurre es que se quieren cobrar la factura de lo que les gané en la elección constitucional; lo que no me pudieron ganar en las urnas me lo quieren ganar a punta de pistola.
Sobre su futuro como alcalde con licencia, Valencia dice temer por su vida, pues “antes tenía tres policías municipales cuidándome; ahora, ya con la licencia, ya no tengo nada. Estamos en estado de indefensión totalmente y de orfandad política”.
—¿Su partido no lo apoya?
— He buscado al líder estatal, ellos no opinan ni para bien ni para mal.
—¿Y el líder nacional del PRI qué postura tiene?
—No la conozco. Yo solicité seguridad desde hace más de un año, pero no me la han dado.
Valencia afirma que no regresará a Michoacán, pues “para mí no es un lugar seguro; buscaré una opción en Toluca o en la Ciudad de México”.
Y remata: “Ser presidente municipal es un oficio de muy alto riesgo. Por un lado, estamos olvidados por los gobiernos estatal y federal; y por el otro, amenazados por lo criminales. Vivimos al filo de la navaja, por eso no es nada recomendable”.

