
BEIRUT, 6 de abril.- El político Tammam Salam fue elegido el sábado primer ministro del Líbano después de ganar la aprobación parlamentaria, y se comprometió a superar las divisiones más profundas del país y a protegerlo de los peligros de la guerra civil en la vecina Siria.
Salam fue designado tras la dimisión del primer ministro Najib Mikati, cuyos dos años en el cargo estuvieron dominados por los esfuerzos de contener las tensiones sectarias, la violencia y las consecuencias económicas del conflicto sirio.
Su tarea más inmediata, si es capaz de formar un Gabinete aceptado por las fuerzas políticas rivales del Líbano, será la de preparar unas elecciones parlamentarias que deben celebrarse en junio, pero que afrontaría retrasos.
El derramamiento de sangre en Siria ha exacerbado las tensiones en el Líbano, que sufrió una ruinosa guerra civil entre 1975 y 1990. Los rivales suníes y chiíes y los políticos cristianos no han logrado acordar un sistema electoral con el que llevar a cabo la votación.
En sus primeros comentarios tras su nombramiento, Salam dijo que trataría de "unir a la opinión pública y alcanzar un acuerdo rápido sobre la ley electoral parlamentaria para lograr una representación equitativa de todos los ciudadanos y facciones".
También se comprometió a centrarse en "terminar con las divisiones políticas en Líbano y su impacto en la seguridad, y evitar los peligros respecto a la tragedia vecina (en Siria)".
Salam, nacido en 1945 en una destacada dinastía política suní, es próximo a Arabia Saudita y Occidente, respaldó la coalición 14 de Marzo pero fue elegido como candidato de consenso aceptable por el bloque 8 de Marzo, que incluye a Hezbolá, apoyado por Irán, y sus principales aliados chiíes y cristianos.
14 de Marzo agrupa principalmente a partidos suníes y cristianos que empujaron, con el apoyo europeo y de Estados Unidos, a Siria para poner fin a casi tres décadas de presencia militar en el Líbano en 2005.
En referencia a la especulación sobre si su Gobierno debería ser una administración tecnócrata de corto plazo centrada sólo en preparar las elecciones, o un mandato de "unidad nacional" con una ambición de más largo plazo, Salam dijo: "Me esforzaré por crear un Gobierno de beneficio nacional".
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