
CIUDAD DE MÉXICO, 11 de abril.- Entre piropos, silbidos y gritos desaforados de decenas de fanáticas de todas las edades, William Levy subió al escenario del bar Voilà para convertirse en la cereza del pastel de la nueva campaña publicitaria de la marca Sabritas.
“Son mis primas que traje de Cuba”, dijo en tono de broma el intérprete, justificando la euforia que minutos antes había provocado entre las féminas que abarrotaban el lugar.
También había edecanes, ejecutivos y medios de comunicación que poco a poco fueron conquistados por el carisma del originario de La Habana, quien en uno de los mejores momentos de su carrera y luego de incursionar en la tele y cine estadunidense, decidió regresar a México para estelarizar la telenovela La tempestad, al lado de la ex Miss universo Ximena Navarrete.
“Siempre que hago un trabajo busco estar rodeado de gente buena, tener un ambiente familiar y eso me ofreció Sabritas.
“Desde que empecé a trabajar en este proyecto me he sentido muy afortunado; para mí ha sido un honor involucrarme en esta campaña que le llega a uno de los valores y componentes más importante de la vida como lo es la familia.
“Crecí con los valores familiares, porque desafortunadamente o afortunadamente en Cuba no hay nada más que tenga valor”, expresó Levy, quien relató un par de anécdotas que se desprenden a partir de los populares comerciales de las papas fritas, en los que es “acosado” por una chica policía interpretada por la actriz Jessica Segura.
“Creo que a la gente se le ha olvidado que me llamo William Levy, porque a todos lados que voy me gritan: ¡jovenaaazzzo! Y me preguntan por las papitas Sabritas”, señaló con humor, provocando las risas de sus admiradoras.
Entre el público del lugar, en una zona con vista privilegiada y decorada con muebles minimalistas, se encontraban seis lectoras de Excélsior que acudieron con la ilusión de ver de cerca a su héroe de las telenovelas.
Pero no imaginaron que minutos más tarde serían conducidas a una terraza privada en la que las estaba esperando una mesa con unos aditamentos muy peculiares: gorras, lentes, toletes y hasta esposas de policía.
“¿Las podemos utilizar?”, preguntó una de nuestras invitadas con cierta timidez.
“Por supuesto, para eso son”, respondió el representante de la agencia, que se apresuraba a colocarle la gorra de policía.
“¡Por estaturas! ¡Fórmense!”, gritó una joven intentando poner orden a lo que poco a poco se iba convirtiendo en una fiesta.
Los minutos que siguieron fueron lentos e interminables para las lectoras, que impacientes aguardaban la llegada de William Levy, quien llegó rodeado por su equipo de trabajo y un par de elementos de seguridad.
“¿Me van a esposar o qué?”, preguntó el actor a Rosa María Gutiérrez, Carola González, Mariana Gómez, Selene Méndez, Pilar Ortega y Ana Díaz, quienes lejos de intimidarse con la presencia de la estrella, se mostraron emocionadas y divertidas.
“¿Cuáles son tus papas favoritas?”, le preguntó una de ellas a Levy, quien le respondió que las picantes, a lo que todas respondieron: “¡Las adobadas!” A partir de ese momento todo fue risas, abrazos y besos, pues el cubano se dejó apapachar por esas seis mujeres que representaban a todo el universo femenino que lo ha convertido en una estrella.
Todavía William tuvo tiempo para firmar las fotos que se tomó con las afortunadas lectoras, quienes no podían creer lo que les estaba sucediendo.
“Es un día que nunca voy a olvidar”, así es como la señora Rosa María Gutiérrez definió el momento en el que pudo acercarse, platicar y tomarse una foto con Levy.
“Soy admiradora de William, siempre he seguido su carrera y conocerlo fue algo maravilloso, no lo podía creer y no tenía palabras para expresarle el cariño que le tengo de tanta emoción.
“Es un chico muy lindo, su propaganda en la que participa es increíble y agradezco mucho el regalo que me hizo mi hijo Fernando, porque cada año me regala la suscripción a Excélsior y esto ya pagó la suscripción, y la vamos a renovar”, señaló la señora Gutiérrez con una enorme sonrisa.
A su lado estuvieron Carola González, Mariana Gómez, Selene Mández, Pilar Ortega y Ana Díaz, quienes no se quitaban la gorra y los lentes de policía.
“Me encanta William Levy, sobre todo sus ojos y sus pectorales”, señaló entre risas la productora Ana Díaz, quien aseguró que gracias a su foto con el intérprete se convertirá en la envidia de toda la oficina.
Pilar Ortega, por su parte, afirmó que el encanto de William Levy radica en su “carisma, buena onda y sexy. Siempre tiene una sonrisa en la boca y eso se agradece. Me encantan los músculos de los brazos, sus pectorales y su trasero”.
“Fue una convivencia muy padre, es una persona muy agradable y fue un verdadero lujo estar a su lado, platicar con él y llevarnos nuestra foto autografiada.”
La velada terminó con bocadillos y algunas bebidas dentro del bar, donde los ejecutivos de la marca celebraban el lanzamiento de la nueva campaña publicitaria titulada Nadie se resiste a su sabor con la que buscarán mantener el primer lugar en el gusto del público.
En la presentación también mostró la Sabrimáquina, una máquina dispensadora de paquetes de papas, que invita al consumidor a través de una simulación a conocer el proceso de producción del producto.
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