
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de abril.- A los integrantes de Orchestral Manoeuvres in the Dark (O.M.D.) el pasado no los aprisiona. Se sienten a gusto atrapados en la melancolía de otros tiempos cuando sobre el esceneario importaba más el talento musical que las grandes producciones.
Lo suyo, a juzgar por el concierto que ofrecieron la noche del jueves en el Teatro Metropólitan, no tiene prisa por equipar los shows actuales. Su anclaje radica en sus canciones pues alrededor de ellos todo es austeridad.
Apenas un sencillo juego de luces y cuatro hombres sobre el escenario resultaban suficientes para enloquecer a tres mil personas que abarrotaron el céntrico recinto.
Andy McClusky en la voz y Paul Humphreys en el teclado encabezaron la velada con unos discretos Malcolm Holmes (batería) y Martin Cooper (teclados y saxofón) como el soporte que daba profundidad a la actuación.
Volvieron a México para presentar English Electric, su más reciente disco y, aunque ejecutaron seis temas de ese álbum de entre los 22 cortes que eligieron para la velada, hubo espacio para satisfacer casi todos los caprichos de quienes acudieron a su llamado.
Éxitos como Tesla Girls, History of Modern Pt.1, If You Leave, Joan of Arc y Locomotion daban cuenta de las virtudes del cuarteto que apenas en 2006 se reencontró luego de una separación de diez años.
McClusky al frente del cuarteto cantaba y bailaba. En algunos temas empuñaba el bajo y dejaba que Humphreys tuviera sus momentos protagónicos. El público disfrutaba por igual. El objetivo era dejarse llevar por los ritmos electrónicos que se desbordaban desde el escenario.
El baile se apoderó del lugar y los gritos y saltos se multiplicaron cuando Enola Gay, uno de sus éxitos más grandes, retumbó.
“Ustedes son fantásticos, muchas gracias”, atinaba a decir McClusky, quien, a juzgar por su rostro, no imaginaba la respuesta de la gente.
Walking on the Milky Way, Secret y Electricity los despidieron. Agotados, tras 90 minutos de conciertos, dijeron un sencillo adiós y con la misma austeridad con la que habían ejecutado el recital, se despedían.
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