CIUDAD DE MÉXICO, 25 de abril.- La final de la Liga de Campeones de la Concacaf es un encuentro entre dos de los mejores equipos del futbol mexicano de los últimos años. Santos y Monterrey, en el juego de ida, terminaron con un empate a cero en el TSM Corona.
Ambos pelean por ir al Mundial de Clubes, pero, internamente, viven situaciones distintas.
Santos juega el partido de ida sin más preocupaciones que vencer a Rayados. Pedro Caixinha utilizó a sus mejores jugadores y antes del partido avisó que en el torneo casero jugará con los suplentes. Los de Torreón desde la jornada pasada tienen el boleto a la liguilla.
Monterrey, por su parte, debe administrar su plantel para cumplir con los deberes. La directiva sueña con volver al Mundial de Clubes, pero al mismo tiempo exige a su técnico estar en la fase final del torneo mexicano.
En el partido, ambos iniciaron de la misma forma. Los dos planteles intentaron jugar cerca del arco contrario y desde el primer minuto exigieron la aparición de los porteros.
Suazo, al minuto de juego, recibió el balón dentro del área, disparó cruzado y Oswaldo Sánchez evitó la anotación con su estirada.
A la jugada siguiente Jonathan Orozco respondió por su equipo, Darwin Quintero se filtró al área por una esquina, pero Orozco frenó al atacante al cerrar los espacios y mandar el balón por un lado.
El Monterrey se acercó al gol con las apariciones de Humberto Suazo. El chileno, incontrolable, intentó desde todo punto posible vencer al portero de los locales. Disparó desde afuera del área, arrastró a los defensas y hasta remató de cabeza, pero en todas las ocasiones aparecía Oswaldo Sánchez para evitar el gol en contra.
Santos también tuvo problemas con el arquero rival. Jonathan Orozco frenó a Darwin Quintero, evitó que Oribe Peralta, jugador que salió lesionado, anotara de cabeza y contuvo el intento de Felipe Baloy.
Los dos arqueros fueron los culpables que ningún equipo descontara en el marcador.
Víctor Manuel Vucetich, técnico que sólo ha perdido una final en su carrera, tuvo que empezar a cambiar su piezas en el complemento. La expulsión de César Chelito Delgado provocó que el visitante cediera en el ataque y priorizara en labores defensivas.
Rayados se quedó, al final del partido, con un delantero, Humberto Suazo, y, al mismo tiempo, evitó que los blanquiverdes se acercaran a la meta de Orozco.
Caixinha intentó dar mayor poder a su ataque con el ingreso de Mauro Cejas y Néstor El Avión Calderón, pero ambos jugadores demostraron estar fuera de ritmo y nada importante aportaron a su equipo.
Rayados y Santos acabaron sin daños.
