CIUDAD DE MÉXICO, 12 de marzo.- Holanda se ha convertido en el dolor de cabeza del beisbol cubano en el plano internacional después de que ayer los eliminaron del Clásico Mundial al vencerlos 7-6, con una carrera en la última entrada.
La novena europea volvió a dar cuenta de los antillanos, uno de los favoritos al título, por tercera ocasión en tres años. Antes de la victoria de ayer, Holanda había derrotado a Cuba en la fase de grupos del torneo con pizarra de 6-2.
Previo al duelo que sostuvieron hace unos días, el manager antillano, Víctor Mesa, menospreció a su rival al decir que “no son tan buenos”.
Ayer, los holandeses respondieron una vez más y enfrentarán a la representación de Japón, en San Francisco, por un boleto a la final del certamen.
El dominio de los holandeses sobre la renombrada escuadra caribeña tuvo su primer episodio de gloria en 2011 cuando los superaron 2-1 en la Copa del Mundo de Beisbol que se realizó en Panamá. Desde 2003, la potencia cubana no puede alcanzar el cetro de ese torneo.
En el duelo de ayer, Kalian Sams sacó un elevado de sacrificio, con un out, en el cierre de la novena, que llevó a la goma al veterano Andruw Jones para marcar la carrera con la que se llevaban el triunfo.
El enloquecido festejo de Jones, ex jugador de los Bravos de Atlanta y de los Yanquis de Nueva York en las Grandes Ligas, no se hizo esperar porque Holanda pasó a la historia al convertirse en la primera representación europea que clasifica a las semifinales del Clásico Mundial.
La reacción holandesa llegó en la octava entrada cuando Andrelton Simmons pegó un jonrón de dos carreras que igualó el duelo a seis.
Cuba estuvo abajo en la pizarra hasta que empató a cuatro en la quinta, y luego se puso por delante en la parte alta de la octava 6-4, gusto que le duró muy poco tras el jonrón de Simmons.
La victoria fue para el relevista derecho Loek Van Mil (0-1), quien retiró la parte alta de la novena recetando dos ponches. La derrota fue para Yander Guevara (0-1), quien dejó el partido en el noveno episodio luego de que Jones se embasó por error.
La novena cubana confirmó que su deporte nacional ya ha dejado de ser el gran dominante en el ámbito mundial, y han pasado a un segundo plano después que en 2006, en la primera edición del Clásico Mundial, perdieron ante los japoneses el duelo por el título.
Tres años después, en la segunda edición, concluyeron en sexta posición al caer en la segunda ronda contra los propios japoneses.
