
NUEVA YORK, 29 de agosto.– El Departamento de Policía de Nueva York etiquetó en secreto a mezquitas enteras como organizaciones terroristas para poder utilizar informantes para grabar sermones y espiar a imanes, muchas veces sin evidencia de que se haya cometido un delito.
Desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, la policía abrió al menos una decena de “investigaciones de iniciativa terrorista” sobre mezquitas, según entrevistas y documentos policiales confidenciales.
Estas investigaciones son una herramienta de la policía creada para ayudar a investigar células terroristas.
Designar una mezquita entera como operativo terrorista significa que cualquiera que acuda a los servicios religiosos es un sujeto potencial de investigación y vigilancia.
Muchas investigaciones duraron años, permitiendo que la vigilancia siguiera a pesar de que el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) nunca ha acusado penalmente a una mezquita u organización islámica de operar con ideal terrorista.
Los documentos muestran a detalle cómo en su búsqueda de terroristas, el NYPD investigó a innumerables musulmanes inocentes de Nueva York y guardó información sobre ellos en archivos policiacos secretos.
Abrir una investigación de iniciativa terrorista a una mezquita tiene un potencial invasivo tan alto que mientras el NYPD realizó al menos una decena, el FBI nunca hizo una.
Las revelaciones sobre las operaciones de espionaje del NYPD se encuentran en documentos que forman parte del libro Enemigos íntimos: desde el interior de la unidad secreta de espionaje del Departamento de Policía de Nueva York y el complot final de Bin Laden contra Estados Unidos.

