
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de abril.- Todo comenzó a las 14:15 horas en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Cerca de 300 aficionados celestes comenzaron a invadir las principales avenidas cercanas al aeropuerto, con esa emoción en sus rostros, la cual nada ni nadie se las podía quitar. Caminaban y gritaban: “Cruz Azul es pasión… locura de mi corazón... te sigo a donde vas… y cada día te quiero más…”
No importaba nada, si la demás gente hablaba y decía cosas ofensivas a la afición celeste y mucho menos para Ángel Oceguera, fiel seguidor de este Cruz Azu,l que desde que tiene uso de razón siempre ha tenido una pasión por los colores de La Máquina.
“Me acuerdo que mi papá siempre me ha llevado a ver a Cruz Azul, primero al estadio Azteca y ahora yo sigo con esa tradición en el Azul”, mencionaba Oceguera esbozando una sonrisa en su rostro.
Y es que la losa más pesada de este Cruz Azul fueron los 15 años de ayuno. Después de aquel 1997, Ángel sigue teniendo recuerdos del último brillo celeste.
“Esa vez lloré cuando Cruz Azul le ganó a León, y la verdad que ya nos hacía falta un título como éste, aunque digan que esta Copa no es nada. Un título es un título, si no, míranos a todos, no estuviéramos aquí.”
Los minutos pasaban, el vuelo comercial que traía a los azules, procedentes de Cancún, ya había aterrizado. Ahora la incógnita era para el grupo de policías del aeropuerto, quienes trataban de resguardar la integridad de los futbolistas, sin saber cómo y por dónde sacarlos.
El autobús del equipo ya estaba en las inmediaciones del Aeropuerto, los jugadores sabían que afuera era imposible pasar y además la deuda estaba con los aficionados.
Así que los celestes tomaron la decisión de salir por donde estaba esa gente que jamás deja de alentar al equipo y que a todos lados a donde va siempre está con ellos, mostrándoles su cariño.
Los aficionados cruzazulinos formaron una valla y el momento esperado llegó. Los héroes de esta película comenzaron a salir entre la aglomeración que había en la sala de las llegadas nacionales del aeropuerto.
El primero en salir fue Guillermo Vázquez al cual se le notaba la felicidad en su rostro, atrás de él venía Teófilo Gutiérrez, acompañado de Mariano Pavone, posteriormente Gerardo Torrado quien mostraba su felicidad por la obtención del título.
“Estoy feliz, muy feliz, la gente se lo merece”, dijo el capitán de Cruz Azul antes de abordar el autobús.
“¿Si nos imaginábamos esto? No, la verdad que no nos lo imaginábamos, esto es impresionante”, expresó.
El hombre más aclamado y coreado por la afición celeste tras atajar el penal de Francisco Fonseca fue: “¡Corona, Corona!”
Así, este 11 de abril quedará grabado en la memoria de cada uno de los jugadores, cuerpo técnico y directiva que conforman este plantel, un equipo que necesitaba esto, un logro en su carrera y sacudirse un poco los fantasmas que lo rodeaban al ser señalados como las quinceañeras del futbol.







