
CIUDAD DE MÉXICO, 12 de abril.- Los Gallos Blancos hacen cuentas y pocas combinaciones les alcanzan para salvar la categoría. Mientras el equipo queretano espera el milagro para permanecer en la Primera División, otros equipos podrían beneficiarse tras su descenso. Las reglas son claras, el apartado 23 del reglamento de la Liga MX indica que el equipo que desciende no tiene derecho a participar en la Liguilla; y el Querétaro tiene los puntos suficientes para quedarse entre los ocho mejores de la tabla general.
La lista abarca la mitad de los participantes: Santos, Pumas, Pachuca, Morelia, Tijuana, Toluca, Cruz Azul y Monterrey. Y, si los Gallos pierden esta noche en Morelia, tendrán las horas contadas en el máximo circuito.
El panorama se oscurece más cada que se consume una jornada y el plantel que dirige Ignacio Ambriz necesita de algo parecido a un “milagro” para evitar caer en la División de Ascenso el próximo torneo.
“Nosotros creemos en los milagros. Estamos buscando esa bendición con el trabajo que hay en la cancha. Un milagro no se va a hacer si no queremos y menos si no ganamos”, dijo Adolfo Ríos, presidente de Gallos Blancos.
Un milagro es algo que parece imposible y de todos modos sucede, en esa situación se encuentra el equipo dirigido por Ignacio Ambriz. Los queretanos, por lo menos, deben remontar la desventaja de siete puntos que tienen con respecto el penúltimo lugar de la tabla porcentual, Atlante, para mantener su lugar entre los 18 equipos que componen la Primera División, algo que nunca ha sucedido.
“Mientras tengamos la posibilidad matemática de aspirar a la salvación, vamos a seguir peleando por ella. No vamos a especular, nosotros vamos a hablar hasta que esto se resuelva”.
El camino por la cuerda floja de los Gallos inicia en su visita al Morelia. Un triunfo les permite prolongar “la esperanza de la salvación” una jornada más, pero una derrota sería fatal para las aspiraciones del equipo.
“Cada partido que nos resta es una forma de mantener la esperanza de la salvación. Mientras tengamos la oportunidad de quedarnos en la Primera vamos a pelear”.
En 13 jornadas, los Gallos mantuvieron el paso y sólo sumaron tres descalabros, pero el destacable rendimiento del Atlas y la reciente reacción del San Luis evitaron que en algún momento se despegaran del último lugar de la tabla porcentual.
La directiva que dirigen Adolfo Ríos y Markus López intentó cambiar la tendencia negativa que prevaleció en los dos últimos torneos. Tras llegar a las semifinales del Apertura 2011, el equipo queretano protagonizó dos torneos sin brillo. En el Clausura 2012 apenas sumaron 12 puntos y en el Apertura 2012 alcanzaron siete puntos en 17 jornadas.
“La intención siempre fue hacer un buen torneo y siempre trabajamos para eso. Si de la mano de un buen torneo tenemos la bendición de la salvación sería maravilloso, pero de ninguna manera podemos pensar en otra cosa que no sea evitar el descenso. Podríamos estar calificados y descendidos, y ahí no sería culpa de nuestros jugadores, sería provocado por la herencia que viene de torneos atrás”,comentó el ex portero del América.
Ignacio Ambriz, técnico de los queretanos, tomó el equipo en la jornada seis y logró mantener presionados a sus rivales en la parte baja de la porcentual. En ocho jornadas provocó que el Puebla y el Atlante pusieran atención en el tema del descenso, aunque el Atlas escapó y sólo necesita una victoria para olvidarse de los problemas en la tabla de cocientes.
“Estamos contentos con el trabajo que ha hecho Ignacio Ambriz. Puedes ver los resultados y son buenos”.

