
CARACAS, 15 de abril.– El candidato del chavismo, Nicolás Maduro, ganó ayer la elección presidencial en Venezuela por 234 mil 935 votos, pero el líder opositor Henrique Capriles dijo que no reconocería ese resultado hasta que se realice un recuento.
“Tenemos el candidato Nicolás Maduro Moros con 7 millones 505 mil 338 votos (50.66%), y al candidato Henrique Capriles Radonski con 7 millones 270 mil 403 votos (49.07%)”, informó la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
En su discurso frente al Palacio Presidencial de Miraflores, Maduro calificó su triunfo como “justo, legal, constitucional”, y recordó que horas antes había dicho que si perdía por un voto, reconocería su derrota y entregaría la Presidencia a la oposición.
Reveló que durante el tiempo de espera para conocer los resultados recibió una llamada de Capriles, quien le solicitó acudir al CNE para firmar un pacto que reconociera los resultados, a lo que se negó por considerar que eso violaría la autoridad del Consejo.
Pero Capriles, quien comenzó con su discurso antes de que terminara el evento de Maduro, rechazó esa versión y dijo que no reconocerá los resultados hasta que todos los votos sean contados, para lo que solicitó acceso inmediato a las cajas que contienen los comprobantes de sufragios.
“La paz del país y el futuro de Venezuela está en sus manos”, dijo Capriles al CNE durante su mensaje.
“El derrotado el día de hoy es usted, y se lo digo con toda la firmeza”, dijo Capriles, que llevaba en la mano un pliego con más de tres mil 200 supuestas incidencias detectadas ayer.
La petición de la oposición fue oficializada por el rector del CNE, Vicente Díaz. Debido a “este resultado tan ajustado (...) solicito se abra 100% de las cajas, el país lo necesita”, aseguró.
Por su parte, Maduro se dijo dispuesto a que se realice un recuento de votos “para que no quede duda de los resultados electorales”.
Para defender su victoria, Maduro ejemplificó lo ocurrido en Estados Unidos en 2000, cuando George W. Bush –a quien no quiso nombrar– ganó la elección y gobernó por ocho años.
También recordó lo que, según él, ocurrió en la elección mexicana de 2006, cuando a pesar de la corta diferencia entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador “la izquierda respetó los resultados”.
Maduro pidió a la oposición que “sepan administrar el resultado que han obtenido con humildad sin prepotencia, sin retar a Venezuela entera, sin llamar a la violencia”.
Aseguró además que en caso de que la oposición intente dar un golpe de Estado, “que no tienen con qué”, su gobierno respondería.
El ministro de Defensa, Diego Molero, dijo que las fuerzas armadas “somos garantes de que ese resultado lo respetemos y lo hagamos respetar”.
Denuncian intento de fraude
En las horas previas al anuncio del ganador crecieron las acusaciones entre el chavismo y la oposición sobre el resultado de los comicios, e incluso Capriles alertó sobre un supuesto plan para cometer fraude electoral.
“Alertamos al país y al mundo la intención de querer cambiar la voluntad expresada por el Pueblo!Hacer RT a este mensaje”, escribió Capriles en su cuenta de Twitter.
De inmediato respondió el vicepresidente Jorge Arreaza a través del canal oficial VTV: “Mucho cuidado, mucho cuidado Capriles, mucho cuidado la oposición, vamos a tener conciencia, vamos a respetar al pueblo”.
“Si ustedes tienen algún tipo de denuncia ahí están las instituciones, ahí está el CNE. Esto es una cosa insólita”, agregó Arreaza, también yerno de Chávez.
“Eso es una provocación”, dijo el jefe de campaña de Maduro, Jorge Rodríguez, en una conferencia de prensa.
Rodríguez dijo también que no quería adelantarse al CNE pero convocó a una concentración frente al Palacio Presidencial de Miraflores, donde los chavistas suelen celebrar sus victorias, para escuchar a Maduro, una vez conocidos los resultados.
“Nadie caiga en las provocaciones y en la incitación a la confrontación del Doctor Loco perdido!Hoy hay un sólo Pueblo ganador!”, escribió en otro tuit Capriles en referencia a Rodríguez, médico siquiatra.
“Sabemos perfectamente lo que ha ocurrido y ellos también lo saben, de modo que el jefe de campaña oficialista está a conciencia engañando a su gente”, dijo el secretario de la coalición opositora, Ramón Guillermo Aveledo.
Presentará pruebas contra EU
En tanto, Maduro anunció, tras emitir su voto, que presentará hoy “nuevas pruebas” de intervencionismo de Estados Unidos.
“Con Estados Unidos siempre hay dificultades porque ellos siempre están conspirando. Nosotros mañana vamos a presentar nuevas pruebas directas del intervencionismo de funcionarios de la embajada de Estados Unidos en la situación interna de Venezuela”, dijo Maduro.
“¿Qué pasaría si un militar venezolano, agregado militar de Venezuela en la embajada en Washington, comienza a buscar militares en el Pentágono para que desconozcan la autoridad de Obama o para que se alcen en armas contra Obama?”, agregó Maduro al cuestionarle si mejorarán las relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
Economía y violencia, reto de Nicolás
El combate al crimen y la modernización de la economía venezolana son las principales labores del nuevo gobierno de Nicolás Maduro, las cuales resultan difíciles pero no imposibles de resolver, afirmó en entrevista para Excélsior Heinz Dieterich, director del Centro de Ciencias de la Transición (CTS) de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
“La tarea principal del futuro gobierno de Maduro consiste en la modernización de la economía que sufre de desequilibrios estructurales serios en varias áreas, y en el combate eficiente a la criminalidad”.
Dieterich comentó que es muy seguro que el modelo político que aplicó en Venezuela el ex mandatario Hugo Chávez se mantenga: “la mayoría de la población lo quiere. Chávez empezó a reorientar su proyecto político hace unos tres años hacia el centro político del país, porque entendía que la estabilidad política y la paz interna de un país moderno dependen del apoyo del centro político al gobierno”.
Durante la campaña electoral, que Dieterich calificó como ordenada y transparente, el sociólogo de origen alemán ya pronosticaba la victoria del candidato oficialista Nicolás Maduro e incluso afirmó que Henrique Capriles podría perder estas votaciones con un margen mayor que el obtenido ante Hugo Chávez el 7 de octubre del
año pasado.
Respecto a la dirección que tomarán los partidos opositores luego de que fuera anunciado el resultado de las elecciones ayer, Dieterich dijo que es posible que ocurran una serie de protestas contra los resultados como las organizadas en Ucrania en 2004, aunque dudó de que tal plan prospere.
“El plan de la extrema derecha de la alianza que representa Capriles consiste en repetir el modelo de la ‘revolución naranja’, que se implementó en 2004 en Ucrania contra el candidato progubernamental Viktor Yushchenko. Habrá algunos focos de violencia fascista, pero la mayoría de la población está en contra. Por eso, la fase postelectoral será esencialmente pacífica”, finalizó.
Es un chavista incondicional con fama de buen negociador
Nicolás Maduro asumirá el puesto que dejó vacante Hugo Chávez tras ser uno de sus más incondicionales colaboradores en las buenas y en las malas durante los últimos 20 años, y con la fama de ser un negociador con capacidad para escuchar a los demás.
Algunos lo tildan de radical y todos coinciden en su indiscutible lealtad al proyecto de Chávez, del que no se separó en los últimos 20 meses mientras el Presidente luchaba contra un cáncer que acabó el 5 de marzo con el deceso del hombre que gobernó Venezuela desde 1999.
A él lo ungió Chávez como su sucesor político y a él le correspondió dar la noticia de la muerte del líder de la revolución bolivariana.
Encabezó una campaña completamente enfocada en su figura, repitiendo que es “hijo” del gobernante y prometiendo continuar su legado siguiendo punto por punto su programa político.
Quienes lo conocen aseguran que es un hombre de equipo, que sabe apoyarse en los grupos con que trabaja y tiene grandes dotes de negociación aprendidas durante su pasado sindicalista, del que también sacó una profunda y estructurada formación ideológica maoísta.
Antiguo líder sindical, de 50 años, antes de ser la cara de Venezuela en el exterior fue durante muchos años chofer de autobús. Se ha codeado en la alta política internacional sin complejos y sin ocultar con naturalidad que no habla más que español.
Maduro hizo alarde durante la campaña de ese pasado de conductor y fue habitual verlo llegar a los actos electorales conduciendo un autobús en el que iba con todo el equipo de campaña.
Después de convertirse en 2006 en el ministro de Exteriores más joven de la era Chávez, Maduro fue nombrado vicepresidente en octubre pasado, centrando todas las miradas y erigiéndose de facto, y sin demasiadas sorpresas, en el hombre fuerte del chavismo.
Nacido en Caracas en 1962 y criado en el barrio popular de El Valle, Nicolás Maduro es un convencido izquierdista que se inició en grado medio como líder estudiantil.
Sin pasar por la universidad, trabajó como chofer de autobuses del Metro de Caracas llegando a ser un destacado líder sindical en los 90.
Conoció a Chávez mientras este cumplía condena en prisión por su fallido golpe de Estado de 1992, en un momento en que varios grupos se acercaban al teniente coronel.
En ese contexto también conoció a su pareja, la abogada y antigua líder parlamentaria del chavismo, Cilia Flores, una de las letradas que asesoraban a Chávez.
De sonrisa amplia bajo su bigote, contribuyó a la fundación del partido que llevó al mandatario al poder, el Movimiento V República (MVR), siendo elegido diputado en 2000 tras haber participado en la redacción de la nueva Constitución de 1999.
En enero de 2006 fue designado presidente del Parlamento, un cargo que le duró siete meses ya que en agosto de ese mismo año recibió el cargo que le daría proyección internacional: el de ministro de
Exteriores.
Sus detractores lo acusan de haber destrozado la Cancillería venezolana sacando a diplomáticos de carrera y colocando a gente que lo había acompañado durante su vida laboral y que terminó entrando con él a esa cartera.
Hay quien también recuerda la visita que él y Flores hicieron al líder espiritual indio Sai Baba en 2005, algo que para algunos evidencia sus extraños hábitos religiosos mientras que otros consideran que demuestra el carácter de
Maduro.
Venezolanos votan en el extranjero
Los 100 mil 495 venezolanos que viven fuera de su país también acudieron a votar para elegir al sucesor del fallecido presidente Hugo Chávez, en un ambiente que en todas partes fue catalogado en calma.
Así, en Estados Unidos, que con 37 mil 681 electores es el mayor centro de votación venezolano en el exterior, la jornada se desarrolló con normalidad, según la embajada de Venezuela en Washington.
La atención estaba puesta principalmente en Nueva
Orleans, que desde que fue cerrado en 2012 el consulado en Miami se convirtió en el principal centro electoral fuera de Venezuela y en donde también había tranquilidad “a pesar de las fuertes precipitaciones”, según la legación diplomática.
A ese centro electoral, a adonde acudieron venezolanos desde Florida, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Tennessee, Arkansas, Alabama, Mississipi, Misouri y Louisiana, se desplazaron más autobuses que en las pasadas elecciones, aunque todavía no había datos oficiales, dijo la portavoz de la coalición independiente Voto en Washington, Mafe Polini.
A su vez, en España, del total de 20 mil 306 venezolanos habilitados para sufragar, 34% ya lo había hecho hasta la mañana de ayer.
En Cuba, por su particular cercanía ideológica y económica con el chavismo, la jornada se vivía con atención, pese a que sólo unos 400 venezolanos estaban llamados a votar, y con las autoridades cubanas también muy pendientes, como lo dejó claro el diario oficial Juventud Rebelde, que destacó en su portada: “Venezuela: una batalla crucial”.
Entre tanto, en Argentina, aunque en la mañana no había “mucha afluencia de votantes”, se esperaba que a lo largo del día se acercara buena parte de los mil 405 venezolanos con derecho a votar, según dijeron fuentes de la embajada en Buenos Aires.
En Panamá, el ministro consejero de la embajada venezolana, Ramón Alfredo López, aseguró que “que la afluencia de votantes es igual a los comicios del 7 de octubre pasado”.
Costa Rica a medio día ya había visto la participación de la mitad de los mil 200 venezolanos empadronados, en una jornada que se desarrollaba sin ningún tipo de inconvenientes, según la embajada venezolana en San José.
Cientos de venezolanos acudieron desde temprano a la representación diplomática de su país en la Ciudad de México, ubicada en la zona de Polanco.
La calle Shiller fue cerrada durante varias horas debido a la afluencia de votantes, que aprovecharon para convivir y hasta vender productos típicos de Venezuela. Según información extraoficial, hay unos 3 mil 800 venezolanos viviendo en México.

